Existen diversas definiciones de instituciones veamos algunas de ellas, por ejemplo, Friedlan y Alford (1999:323) conciben a las instituciones como “patrones de actividad superorganizaciónales por medio de los cuales los humanos conducen su vida material en el tiempo y en el espacio, y a la vez como sistemas simbólicos por medio de los cuales asignan una categoría a esa actividad y le otorgan un significado”. Por su parte, J. Rawls (1995:20) las define como: “…derechos y deberes del hombre que influyen sobre sus perspectivas de vida, sobre lo que puede esperar hacer y sobre lo que haga”. G. Tsebellis (citado por Keman, et. al, 1998) usó el termino para indicar las reglas formales del juego político y social; y A. Lijphart (citado por Keman, et. al, 1998) como “ practicas y reglas formales e informales que son usadas para trasladar las preferencias ciudadanas dentro de las políticas públicas”; a su vez, Lucino Gallino en su diccionario de Sociología las define como: “conjunto de valores, normas, costumbres que, con diversa eficacia, definen y regulan en forma duradera independientemente de la identidad de las personas individuales y en general más allá de la vida de éstas” (Gallino,1995:534); Schotter las considera como “regularidades generales de comportamiento social” (citado por Hodgson, 2001:38); pero sin duda una de las definiciones más aceptada es la de Douglass North, quien las define como: “las reglas del juego en una sociedad o, más formalmente, son las restricciones ideadas por la humanidad que dan forma a la interacción humana. En consecuencia estructuran incentivos en el intercambio humano, sea político, social o económico.” (North, 1995:13).
De estas definiciones podemos distinguir ciertas características comunes. Primero, son reglas que ocurren en la realidad social y estructuran las interacciones humanas; segundo, impactan al comportamiento humano y consecuentemente a la acción social, política y económica; y tercero, para que estas reglas sean instituciones el conocimiento de éstas deben ser compartidas por todos los miembros de una comunidad o sociedad (Knight, 1992).
¿Cómo entender lo anterior? El intercambio económico es como un juego, en donde, como en todo juego existen reglas y limitaciones a las que se tienen que adaptar los jugadores que pretenden participar. Cada jugador tiene su turno y su propósito y debe ser respetado. Sin reglas no habría juego puesto que nadie querría jugar en donde se desconoce lo permitido y lo que está prohibido. Cuando se cometen irregularidades o abuso, se castiga a quien no cumplió las reglas o de plano se saca del juego. Estas reglas son las instituciones del juego que es el intercambio económico, las cuales definen las acciones de los individuos, y les indica como realizar las actividades. Es por eso que cuando queremos emprender algo como saludar a alguien, hacer amigos, conseguir un empleo, comprar o vender un predio, o simplemente pedir prestado para invertir, no estamos solos, las instituciones nos guían como realizar estas acciones o nos ayudan a saberlo fácilmente. Es decir, el papel de las instituciones en la actividad humana es que reducen la incertidumbre y proporciona un marco referencial de acción; son limitaciones que dan forma a la interacción entre los humanos pero a la vez otorgan oportunidades de elección.
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